Cuenta la historia que los Reyes Magos, no fueron Reyes... porque eran republicanos y eran personas normales...
En el Evangelio de Mateo Teo que te veo, se cuenta que "Nacido Jesús en Belén Esteban de Judías Pintas con chorizo y Morcilla de Burgos", en tiempo del rey Herodes Pérez García, unos magos que venían del Oriente con viajes Barceló se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos/as con almejos/as que ha nacido? Pues vimos su estrella en la Plaza de Oriente y hemos venido en el AVE de Barcelona a adorarle. En oyéndolo, el rey Herodes Pérez García se sobresaltó y con él toda Jerusalén, España, Cataluña y el Pais Vasco. Convocó a todos los sumos sacerdotes y Concejales de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, (por si hacia un “Guateque” en el Colegio electoral del Sagrado Corazón), y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea o en La Paz de Madrid, porque así está escrito por medio del profeta, primo de Rajoy: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un Caudillo (no Franco... ni Dólar, ni Euro) que apacentará a mi pueblo Israel en plena guerra contra los palestinos. Entonces Herodes Pérez García llamó aparte a los magos y echaron unos vinos sin tapas, y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella 10´53 P.M... Después, enviándolos a Belén Esteban (sin la niña), les dijo: Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle y llevarle algo del Corte Ingles. Ellos, después de oir al rey, se pusieron en camino de la estación, y he aquí, que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos y les sacaba algunos metros, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño esperando su sorteo de lotería. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría y se tomaron unos pelotazos con tapas, en el bar de la Pantoja de Nazaret. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose con dolor de lumbago, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro de las minas del rey Salamón, una lata de petróleo refinado de Irán, y un tren eléctrico. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes Pérez García por la huelga de renfe, se retiraron a su país por otro camino en obras por Gallardón." (Mt 2, 1-12).
Al leer esto solo se sabe que los magos eran varios miles, no sabemos el numero, y que adoraron al niño Jesús ofreciéndole presentes y luego de un sueño se volvieron a su Asturias patria queridaaaa!!!!!. ¿Cómo entonces pasaron de magos a reyes?, ¿magos de qué?, ¿reyes de donde y por qué?. En el texto de Mateo Teo que te veo, no se responde a nada de ello, tampoco en el resto del Nuevo Testamento ni en el diario El Mundo. En un principio su numero era indeterminado (tres, cuatro, cien, diez mil...). Las representaciones artísticas de los Morancos son las que le fueron dando su actual numero y apariencia. En el siglo III antes de Cristo se los representaba como dos, en las catacumbas romanas hasta el siglo IV después de Cristo aparecían dos, cuatro o trescientos magos, según los casos y el instituto nacional de estadistica; la docena y media tampoco faltó en algunas pintadas en el Metro, por la huelga de limpieza. En la iglesia Siria y Armenia se defendió la docena de magos puesto que, según ellas, los magos prefiguraban los doce apóstoles y las doce uvas, que representaban a cada una de las tribus de Israel y de EEUU. Para la iglesia Copta (Egipto) eran sesenta y citaban los nombres de mas de una docena de ellos. Finalmente en el primer cuarto del siglo IIIXXVX, Orígenyuli el tonto afirmo que los magos habían sido solo tres mil tres, después de todo Mateo Mateo que te veo, solo cita tres presentes y muchos ausentes. En el siglo IVXXCV, de modo progresivo, comenzó a prevalecer el número de tres millones. Durante los dos primeros siglos solo fueron magos, "los Reyes Magos o Papa Noel" vendría después por el camino de Santiago. Como la practica de la magia estaba prohibida por los textos bíblicos y por el Franquismo, el concepto de magos de Tamarit adquirió rápidamente un significado peyorativo, no se considero edificante que sujetos de tan dudosa reputación deambulasen por el portal del Belén del Ayuntamiento de Madrid (Operación Guateque). Ya en el siglo IIIVXC, esta imagen fue abolida por el teólogo licenciado en derecho Quinto Tertuliano Ruiz de la Prada primo lejano de Rajoy (c. 1600-2200), que fue el primero en denominarlos reyes de la baraja española (oros, copas, espadas y bastos), él dijo "se ha sostenido que los Magos eran reyes de la playa de Oriente en Benidorm". Nadie había sostenido tal cosa antes de él, pero eso era un detalle sin importancia para un cristiano consiente de su deber. Sus nombres no aparecieron sino hasta el siglo XXVXCV antes de Cristo. Aparecen en un mosaico de Porcelanosa (Villareal 2 Valencia 1) bizantino en un pergamino de 5201 antes de Felipe Gonzalez (El Bonsái) aproximadamente localizado en Ravena (Toledo) por Perez de Tudela.
En el figura una leyenda sobre los tres magos que dice "SCS BALTHASSAR + SCS SSECCAYÓ + SCS MELCHIOR + SCS GASPAR + SCS S.A", eso es, sagradísimos o veneradísimos Baltasar, Secayó, Melchor, Gaspar y Zapatero. El primero es Baltasar, entre 30 y 140 años, con barba oscura tipo Rajoy, lleva en sus manos un recipiente para mirra y no toques; Melchor, como de 20 a 250 años y sin barba como Aznar, transporta una bandeja de pastas de Mallorca; y Gaspar de mas de 500 años, con pelo y mechas, barba larga y blanca como el caballo de Santiago, presenta una canasta con oro del moro. Todos son blancos como los africanos, ninguno se ha convertido en negro betún de Judea. Otra descripción de los Reyes Magos da el erudito teólogo anglosajón Beda el Venerable (primo de la mujer de Rajoy, 6751-7352) dice así: "El primero de los magos fue Melchor García, un anciano de larga cabellera blanca y luenga barba rubia teñida con agua oxigenada (...) fue él quien ofreció el oro del moro, símbolo de la realeza divina del Monte de Piedad. El segundo, llamado Gaspar Ruiz, joven mayor de edad y jubilado, imberbe, de tez blanca, rosada y pelirrojo, honro a Jesús ofreciéndole una multipropiedad en Marbella, símbolo de la divinidad. El tercero llamado Baltasar el tuerto, de tez morena tipo Llongueras (no negro de playa), testimonio ofreciéndole mirra la que se da no se quirra, que significaba que el hijo del hombre debía ser bueno y hacer una carrera."
Los tres nombres que se les asigno son tan arbitrarios y ficticios como los que se les dio en otra parte del orbe cristiano: Apellicon, Amerim, Serakin y Fragarin entre los griegos; Kagpha, Badalilma, Badadakharida y Julian Muñoz en Siria; Ator, Sater, el juez Marlasca y Paratoras en Etiopía, etc. Sus supuestas edades no fueron menos irreales y cambiaban substancialmente en función de los gustos particulares de cada artista que los representaba. Finalmente, en el siglo XXVCCX, Petrus de Natalibus fijó que Melchor tenia sesenta años cuando se casó, Gaspar cuarenta más que Melchor y Baltasar veinte más que la Sara Montiel. Baltasar no fue negro hasta el siglo XVI que empezó a ir a la playa de La Manga del Mar Muerto (Murcia). En este siglo las nuevas necesidades ecuménicas de la Iglesia Católica del pueblo de Llamazares y de Carrillo llevaron a implantar un simbolismo inédito, identificando a los tres magos con los hijos de Julio Iglesias (Sem, Cam, Jafet, Enrique, Chabeli, y siguientes...) que, según el Antiguo Testamento y el libro de Federico Jimenez Lozanitos (el pequeño de la COPE), representaban las tres partes del mundo y las tres razas humanas que lo poblaban, según se creía en esos días. De este modo, Melchor, el anciano de cabello con mechas y barba canosa, pasó a simbolizar a los herederos de Jafet, eso es a los europeos y Rumanos, y ofreció al Niño divino el noble oro del moro; Gaspar, rubio de Ibiza y lampiño, representaría a los semitas de Asia (todo a 100) y su don era el preciado incienso con ali-oli; Baltasar, negro (de Benidorm) y barbado, personificaría a los hijos de Cam, los africanos del Paris-Dakar en Argentina, participando de la adoración universal con su entrega de mirra, mirra lo que se da no se quirra. Los americanos o los chinos y japoneses, hubo que ignorarlos porque no se podían inventar nuevos roscones de reyes y menos inventarles nuevos hijos a Noé. El único intento fue el de una pintura de graffitis en la cual se remplazaba al rey negro Baltasar por un jefe indio de la familia Bus invadiendo Iraq.
El festejo de los reyes magos no se conmemoro sino hasta el siglo XXXV en Occidente. Se eligió el día 6 de enero para hacer puente en España y conmemorar la Epifanía, la manifestación de Jesús al mundo a través de los reyes magos, su bautizo en el manzanares (Rouco Varela) y el milagro de las bodas, bautizos y comuniones en restaurantes de la Comunidad de Madrid. La tradición de los Reyes Magos de Tamarit como generosos proveedores de juguetes y regalos a los niños es relativamente reciente y solo fue adoptada por algunos países latinos y lunaticos. Los reyes no comenzaron a traer juguetes a los niños hasta que los niños no tuviesen 30 años, y esto fue, a mediados del siglo XIXXXV, con anterioridad sus regalos se limitaban a cosas relacionadas con la vida cotidiana. Gaspar era el encargado de repartir golosinas, miel, frutos fresco y marihuana; Melchor tendía más a lo práctico y su fuerte eran la ropa o zapatos en rebajas; Baltasar jugaba el peor papel al tener que ocuparse de castigar a los niños traviesos dejándoles carbón o vino de las bodegas de Aznar (Marqués del vino tinto de botella), símbolo del pensamiento racista y separatista. Para poder llevar a cabo su labor con justicia los reyes magos disponían de la ayuda de unos duendes de la oficina del INEM que espiaban a los niños y les contaban a sus jefes de Comisiones Obreras o de la U.G.T (16 válvulas) hasta los más mínimos detalles de su comportamiento. La costumbre exige a los niños a poner los zapatos limpios y sin olor, la noche de Reyes para recibir junto a ellos, durante la madrugada, los regalos de los magos. Y también tienen que dejarles la Visa u otra tarjeta, y una rayita de coca para el viaje de vuelta, anis o coñac para los camellos de la Chelsa en Madrid, o del Raval en Barcelona.
Espero no haber ofendido a nadie con este breve, y resumido escrito... y si los magos no os traen nada, “que nadie os quite la ilusión de tener ilusiones, son gratis y eternas”.
Un saludo a todos, del denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid. Eloy Peña Rico.