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Tarde soleada. Plaza llena hasta la bandera.
Autoridades, aficionados, curiosos y reventas.
Toreros, banderilleros, picadores y almohadilleros.
Música, refrescos, puros, saludos y nervios.
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Son las siete. La corrida empieza.
Como militares desfilan hasta la presidencia.
Suena el clarín para que salga el primer toro.
No sale ningún toro la gente se mira, se impacienta.
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Por los altavoces una voz dice:
¡¡¡SEÑORAS Y SEÑORES SE SUSPENDE LA CORRIDA!!!.
UNA REPENTINA EPIDEMIA LOS ESTÁ MATANDO EN ESPAÑA.
"LOS TOROS SE MUEREN. YA NO PODREMOS MATARLOS".
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Eloy Peña.