Fríos que calores anulan
como el olor de tu boca;
que ya se nota
cuando de lejos te acercas.
El volver del aire
tu calva alerta;
tus dientes se mueven
pues la pasta no pega.
Un ojo te falta
como el pie de tu pierna;
mientras tu mano amputada
al volante no llega.
Te gusta presumir
como si nada pasara;
pues tienes un alma
que a muchos les falta.
El cuerpo se marchita
por ser ley de vida;
muchos presumen de cuerpos
pues sus complejos les atan.
Te dedico el poema
porque vales la pena;
no tienes la culpa
que la gente no entienda.
Eloy Peña.