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Me sentía acorralado
en esta parte del rio.
Tenía que ir a la otra
pero había mucha anchura
y no sé nadar.
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Desesperado y dominado
por la impotencia
la injusticia y la soledad.
Lloraba como un niño
perdido entre miedos
y sombras.
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Una voz interior
me decía:
¡ELOY, CRUZA!...,.
Pero otra:
¡QUIETO, ELOY!.
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He tenido la oportunidad
de aprender a nadar
pero nunca he querido.
Hoy, es cuando lo valoro.
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Se acercaba la noche
yo, con mis dudas.
Cruzo, no cruzo. ¿Qué hago?.
Irresponsablemente lo crucé.
Dándome cuenta...,
que el rio estaba seco.
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Eloy Peña.
Hay que saber tomar la decisión adecuada....
ResponderEliminarSaludos
Mi querido Eloy: así están muchos ríos...secos, áridos....un besito
ResponderEliminarAquí no hace falta... ya la toman otros por ti
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Salud y suerte, Mark.
Es que hacer un rio para después no llevar agua es como hacer aeropuertos sin aviones...,.
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Un beso, mi amor.