¡SEÑOR!...,
perdóname por lo que no he hecho
prémiame por lo que he dejado de hacer.
El día que me muera...,
familiares, amigos y conocidos
que no les desentierren
para ir a mi entierro.
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Soledad compañera y amiga
fiel acompañante y vecina.
La gente no te valora
tienen miedo a estar sola.
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Cuantos momentos compartidos
con un paisaje...,
una ilusión y un pensamiento.
una ilusión y un pensamiento.
Pobre del que te rechace
nunca podrá saber de tu compañía.
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Solos venimos y solos nos vamos
como el aire que respiramos.
Sólo una vida tenemos
como sólo una muerte.
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No es un poema triste
porque la verdad duele.
Vive con tu mentira
que nunca la haré mía.
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Mañana...,
cuando no estemos
cuando no estemos
muchos pensaran que tampoco fuimos.
Sustituimos a los que se fueron
nos sustituirán los que vendrán, nuevos.
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Eloy Peña.