EL CAFÉ TÚ Y YO...,.

Te invito a un café
el lugar, qué más dá;
en el cielo o por qué ¡NO!
en el fondo del mar.

Tú y yo o yo y tú
sólo los dos. 

A pelo sin trampas.

Cortado, con leche,
caliente, templado o frío 

con o sin azúcar.

Es sólo un café
para tomar contigo;
verte frente a mí
oír tu voz en directo
sin cortes que dañan.

Ver si ríes o lloras
cuando tus ojos

miren los míos.

Si te gusta el café muy caliente
es mejor dejarlo un poco enfriar;
para que no se quemen los labios

y sean una huella difícil de curar.

Es sólo un café...,
sin ataduras ni promesas,
compromisos, ni ¡NÁ! de ¡NÁ!.

¡LO JURO!.

Sólo un café
para ser bebido;
no te importe...,
si no puedes pagarlo
lo puedes dejar al debe;
"otro debe para que debas más".

Porque tu vida es una deuda

y quiero saldar mí parte contigo.

No te hablo de esto
ni de lo otro...,

te hablo sólo con la verdad.

Ni te voy a llevar al río
sabiendo que eres mozuela;
porque más que seguro
¡LO VUELVO A JURAR!
no nos volvamos a ver más.

El café...,
estimula la mente adormecida

despeja y da vida.

Por ello, sólo te digo:
que es mi deseo,
tomar un café contigo.

Eloy Peña.