ni subirme al sol por la noche
cuando éste, aún no quema.
Tampoco importa que ya no me quieras
ni que tus besos y abrazos no vuelvan.
-
Sólo importa que seas feliz
con otras personas,
a las que de verdad sientas;
que te hagan volver vivir
algo que no te supe trasmitir.
-
Ahora soy diferente
sólo quiero la cama
para dormir en ella;
sin mujeres,
ni falsos despertares.
-
Sólo con amaneceres
para observar de cerca
que estoy muy lejos;
de las nubes, de los astros,
del poder hablar con el viento.
-
Sé, que pocas cosas merecen la pena;
sólo las verdaderas, las que no engañan.
Por no tener límite ni frontera;
te dedico este poema...
sólo, por ser mujer y hembra.
-
Eloy Peña.
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