no el de Dante que no conocemos;
de arriba y de abajo de infierno o de cielo
en un universo infinito y eterno;
como hablar del amor nunca vivido
de la música que no oímos
del problema jamás resuelto.
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Mi pesadilla haberte imaginado
pues no sabes quién soy;
enloqueciste mi cordura
también me embrujaste;
hiciste de mí un hombre salvaje
que con la Luna despierta
camino de un sueño imposible.
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No te veo pero te pienso
acertar de mi sexto sentido;
hacerte el amor sin pausa
como si tu cuerpo fuera mío;
gritando de felicidad
por el calor de lo fundido.
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Bailar ese tango de tangos
que nos ata, nos abraza y nos danza;
también embriaga como a cuerpos perdidos
que buscan el elixir de sus almas;
decir te amo como nunca he amado
por sentir que te siento sin estar contigo.
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Eloy Peña.