tenia dos horribles hijas;
a las que llamaban Pollas
pues no había mozo que se acercara.
El tiempo ha pasado
y el nombre ha cambiado;
hoy, el Gilipollas,
es un insulto o una definición.
Gilipollas puede ser el rey
el jurista y el político;
el sabio o el ignorante,
el cazado y el cazador.
El que engaña y el que lo cree
el demócrata o el dictador;
el cantamañanas con su sermón
en prensa o en televisión.
No seas Gilipollas
intenta no ser del montón;
que no te líen ni te vendan
que tú eres el mejor.
Eloy Peña.