aunque ya no te quieran;
como mirar al cielo
para observar las estrellas
que apagadas destellan.
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Pensar en tí
sin que ya pienses en mí.
Saber que fuiste mía.
Hoy, sólo son recuerdos
de lejanos pensamientos .
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Todo era alegría
de corazones contentos;
palpitaciones subidas
por el pasar de la vida
en meses, semanas o en días.
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La cama está fría
como mí alma
por la lenta agonía;
pues todos los sueños
ya fueron dormidos.
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Hoy, sólo son
despertares de pesadillas,
por las ilusiones perdidas;
del venir de la soledad
que me dejó tu despedida.
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No sé dónde estás
si me sigues pensando;
perdón te pido
por no distinguir
el querer de lo querido.
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Eloy Peña.