En un lugar del infierno
tu cuerpo me avisa y llama.
Cuando sientas
tu cuerpo me avisa y llama.
Cuando sientas
que mi mano
roza tu espalda,
cuando sientas
cuando sientas
que la mano
te acaricia y te alarma.
te acaricia y te alarma.
Cuando tú, tumbada,
notes que mi mano baja,
por tus pechos
como si fuese lava,
hasta llegar al vientre
para que arda;
hasta llegar al vientre
para que arda;
con el mover de mis dedos
ahí, donde te agrada.
Cuando sientas
que estás mojada
excitada o endemoniada;
cuando oigas mis susurros
que me salen del alma.
Empezarás a sentir, que sientes,
hasta que de placer
renazcas de las llamas.
Eloy Peña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SÓLO COMENTAR CUANDO NO SE SEPA QUE DECIR
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.