En un amanecer Dios nos hace nacer
para que pasemos unas tardes;
unos así otros asá para hacernos dudar
después en un anochecer nos hará morir.
La vida corta o larga
buena o mala es un regalo;
para contemplar el porqué de su universo
de su más allá o de su infinito.
Descubrirnos nuestra ignorante sabiduría
mientras al rayo le sigue el trueno;
al aire el viento o a la pregunta la duda
a los días los siglos.
Más allá del cercano infinito
tenemos lo que aquí nunca sabremos;
lo negamos o discrepamos
lo negamos o discrepamos
por tener un cerebro limitado.
Del más allá el coronavirus ha venido
para hacer compañía y algo contarnos:
"que no sabemos lo que tenemos
hasta que empecemos a perderlo".
Pues de nada sirve tapiar el infinito
cuando los expertos dan palos de ciego;
ni vacunas, ni vacunos, ni cuentos chinos,
sólo vale el esperar por si tiene que pasar.
Pues de nada sirve tapiar el infinito
cuando los expertos dan palos de ciego;
ni vacunas, ni vacunos, ni cuentos chinos,
sólo vale el esperar por si tiene que pasar.
Eloy Peña.
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