Tú me acostumbraste a sentirme más joven
también a sentir algo dentro del pecho;
a volver a pensar en lo ya olvidado
por el pasar de los tiempos de mis años.
Pero tengo que comenzar a olvidarte
para que tú empieces a recordarme;
porque el valor no está cuando se tiene
el valor se sabe cuándo se pierde.
Sé lo que siento por ti
pero no sé lo que sientes por mí;
a lo mejor mucho poco o nada
pues no soy tú ni tú eres yo.
No fue hermoso fue algo especial
de alegrias tristezas y hasta de meditar;
por querer tener algo que no era mío
fue pesadilla el creer que te conseguiría.
Deseo que tus ilusiones se cumplan
pues prefiero olvidar que recordar;
quizás algún día me ria de este poema
también puede que me deje una herida.
Ahora no vale un hasta siempre
ni un adios ni hasta cuando tú quieras;
sólo sirve el tiempo para olvidar
a no ser que lo volvamos a intentar.
Eloy Peña.