Antes el rey Herodes
mataba a niños inocentes
en santas tierras;
ahora lo hace un terrorista
en tierras endemoniadas.
Niñas y niños
nacidos para vivir
no para ser ejecutados;
por un israelita
pues su locura le excita.
Al poema le asquea
escribir sobre estos temas
pues no sabe de venganzas;
tampoco de defensas
sólo sabe de paz y paces.
El poema le maldice
más allá de su muerte
por matar a los niños;
sin respetar al niño Dios
ni siquiera en estas fiestas.
Eloy Peña.