Perdona,
si al morir no te veo
no soy de entierros
ni de flores,
tampoco de cementerios.
Soy como soy
ni malo ni bueno
por falta de tiempo.
Trabajo si puedo
pero nunca quiero.
Me gustan las mujeres
de cerca y de lejos
sin vueltas, me mareo.
Sobre el suelo,
en la cama me duermo.
Negras o blancas
como el ajedrez
me juegan o las juego.
Nunca las hago trampas
pues siempre pierdo.
Mañana te llamo
para salir un rato.
Para así devolverte
los besos y abrazos
que me dejaste prestados.
Eloy Peña.