Contigo aprendí
todo lo que hoy ignoro;
por ello seguiré siendo
un loco tesoro.
No es poema ni lo pretendo
pues de poeta no tengo nada;
me lo dicen los que no me leen
cuando escribo mientras duermo.
Desde mi cerebro enjaulado
los pensares no me vuelan;
sólo se me escapan
con las ventanas cerradas.
Si mañana al despertarte
ves que no estoy a tu lado;
piensa que nunca lo he estado
a pesar de que lo intentamos.
Porque no nos conocemos
ni de cerca ni de lejos;
somos de siglos diferentes
yo del quince y tú del veinte.
Te lo digo porque es cierto
igual que si voy ya no vengo;
pues me quedé sin dinero
al pagarme el entierro.
Dirás por qué te escribo
si no lo hago ni a los Magos;
será para recordar
que igual que loco estuve muerto.
Eloy Peña.