Eran más o menos las dos de la madrugada (4 P.M.) y al intentar coger el despertador de la mesita de noche nublada, tiré la foto dedicada de José Mari Aznar en bañador dentro de la Basílica del Pilar, jugando al Pádel.
Me desperté porque sentía frío mucho frío, al cerrar la ventana sin cristales me di cuenta que ya era de día pero sin embargo llovía y llovía...,. Me quedé apoyada en la ventana mirando la luna y el toro y, una voz lejana me decía: ¡¡¡Saca medio cuerpo fuera, después saca el otro medio y, verás, qué hostia te pegas!!!.
Volví a la cama y mi marido no estaba... pensé, ¿dónde habrá ido, dónde habrá ido si está en el paro?. Cogí la sabana y me soné los mocos. Volví a levantarme porque me acordé de que me estaba meando. Al llegar al portal la puerta estaba cerrada y tuve que abrirla de una patada. Me puse como siempre a mear en la acera, porque tiene caída... Mientras tanto, algunos transeúntes me gritaban cariñosamente: ¡¡¡TIA GUARRA, TIA GUARRA!!! y, así, hasta que volví a mi cama. Mi marido dormía y no quise despertarle por ello, puse la TV a todo volumen.
Al sonar el despertador de mi reloj de arena de Santa Pola..., ya estaba vestida para salir a la calle. Una vez en la calle, llamé a un taxi y le pregunté: ¿está libre? - me contesto, si señora - a lo que le añadí, ¡VIVA LA LIBERTAD!... El tío guarro, se bajo del coche y me quería pegar con una llave inglesa, menos mal que era manco.
Al llegar a mi oficina me gritaron: ¡¡¡SEÑORA COJA EL NÚMERO!!!. Y es que ya no respetan ni a las paradas de larga duración (en el lugar por los años veinte conocí a mi marido que era un funcionario arrepentido). Toda la mañana perdida para nada de nada. - Había quedado con la novia de mi marido para hacer la compra - Trabaja de cajera en el Hipercor - Yo compro, ella cobra algo por cobrar... después, nos lo repartimos como los políticos y los banqueros.
Por la tarde mientras mi marido roba cobre para sus gastos, me quedo en casa, viendo por la ventana la TV de la vecina: "Salsa rosa de tomate" en radio nacional de Portugal (programa producido por un franquista del bando rojo escarlata).
Volví a la cama y mi marido no estaba... pensé, ¿dónde habrá ido, dónde habrá ido si está en el paro?. Cogí la sabana y me soné los mocos. Volví a levantarme porque me acordé de que me estaba meando. Al llegar al portal la puerta estaba cerrada y tuve que abrirla de una patada. Me puse como siempre a mear en la acera, porque tiene caída... Mientras tanto, algunos transeúntes me gritaban cariñosamente: ¡¡¡TIA GUARRA, TIA GUARRA!!! y, así, hasta que volví a mi cama. Mi marido dormía y no quise despertarle por ello, puse la TV a todo volumen.
Al sonar el despertador de mi reloj de arena de Santa Pola..., ya estaba vestida para salir a la calle. Una vez en la calle, llamé a un taxi y le pregunté: ¿está libre? - me contesto, si señora - a lo que le añadí, ¡VIVA LA LIBERTAD!... El tío guarro, se bajo del coche y me quería pegar con una llave inglesa, menos mal que era manco.
Al llegar a mi oficina me gritaron: ¡¡¡SEÑORA COJA EL NÚMERO!!!. Y es que ya no respetan ni a las paradas de larga duración (en el lugar por los años veinte conocí a mi marido que era un funcionario arrepentido). Toda la mañana perdida para nada de nada. - Había quedado con la novia de mi marido para hacer la compra - Trabaja de cajera en el Hipercor - Yo compro, ella cobra algo por cobrar... después, nos lo repartimos como los políticos y los banqueros.
Por la tarde mientras mi marido roba cobre para sus gastos, me quedo en casa, viendo por la ventana la TV de la vecina: "Salsa rosa de tomate" en radio nacional de Portugal (programa producido por un franquista del bando rojo escarlata).
Después nos juntamos algunas amigas y nos vamos a la Casa de Campo o al Raval a intercambiar ladillas. Y, así, hasta que gobierne IU, o el Madrid gane la Champions League. FIN.
Eloy Peña.