Llora la noche, llora el olvido,
al recordar que sin vivir seguimos vivos;
somos almas de mujer y de hombre
los dos
existimos por diferentes caminos.
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Caminos, que son nuestros destinos,
no coinciden y nos separan;
vamos sin ir ni poder encontrarnos
cambiemos de rumbos a ver si
tropezamos.
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Parece que fue ayer y ayer ha sido
no hemos perdido el tiempo;
el tiempo se nos ha ido
no podemos retenerlo es efímero.
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Todo pasa junto al aire
como el correr del rio;
el beso que nunca nos dimos
un te quiero que nos perdimos.
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Fuimos o no fuimos siendo los mismos
tus lágrimas también las hago mías;
todas las sonrisas y todas las alegrías
fueron ciertas o solamente utopías.
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Promesas y juramentos
que nunca nos dimos ;
no nos quisimos ni amamos
como dos desconocidos.
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Quisiera volver donde no estuvimos
abrazarte fuerte aunque no estés conmigo;
mirarte a los ojos mientras estoy distraído
soñar que me quieres como nunca te he querido.
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Porque en el fondo de nuestro ser
nos seguiremos soñando;
mientras pasa la noche y el día
hasta que se terminen nuestras vidas.
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Eloy Peña.