No te extrañe lo que escribo
cuando ni sé lo que digo;
pues mí pensar es un laberinto
a veces humano, otras divino.
Soy como un pintor de palabras
que sin pintarlas las talla;
para que no se vallan
con el pasar de los tiempos.
Quiero que el poema no muera
que sólo mueran los muertos;
para que la vida siga
como algo que es nuestro.
Rarezas que en mi pensar juegan
para así enloquecer con ellas;
como el amor perdido
entre recuerdos y penas.
Eloy Peña.