Somos,
simplemente somos,
hasta que dejemos de ser;
nacido
hemos de la casualidad
entre
un hombre y una mujer;
en
éste infinito lugar
donde
nadie sabe de su verdad.
Pasarán
hasta terminar
tiempos
cortos o largos
de
suerte o de desgracia
según
nuestro ya escrito libro;
porque
la vida nos deja vivirla
pero
no a todos por igual.
Somos
buenos o malos
pobres o ricos justos o injustos
afortunados o desafortunados;
protagonistas
del papel asignado
en
un teatro que sin verlo pisamos
para danzar o para aplastarlo.
Intentemos
olvidar
los
tropiezos del camino;
porque no hay calor sin frio
ni
blancos sin negros
ni
odio sin amor
ni
perdón sin pecado.
Todo
es un gran juego
unos
ganan y otros pierden;
algunos
ni jugar pueden.
Hay
que saber ganar y perder
admitir
los sueños y las pesadillas
el juego sólo es algo de nuestras vidas.
Eloy Peña.