Maestro, desde lejos veo lo cercano
mientras duermo en camas ajenas;
nunca sé si estoy sólo o acompañado
mientras el sueño no me despierta.
Maestro, por qué hay buenos y malos
durante los días, semanas y años;
entre mares donde abunda el pescado
que después nos venden congelado.
Maestro, mi ignorancia me embarga
porque sabiendo no sé nada;
cómo podría evitarlo
para llegar a ser otro diputado.
Maestro, por qué España se vende
si nunca la hemos comprado;
al Planeta se la robamos
con guerras, conquistas y reconquistas.
Maestro, por qué también se rompe
cómo un tren descarrilado;
si todos la hemos respetado
con nuestros odios, envidias y engaños.
Maestro, no sigo el escribir me aburre
también me cansa como todo lo mundano;
empezaré a mirar el volar de las gaviotas
para que todo deje de tocarme las pelotas.
Maestro, por qué te he llamado maestro
siendo a lo mejor otro analfabeto;
de los muchos cantamañanas
que aún viven o ya están muertos.
Eloy Peña.