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No estoy ciego
miro al cielo y no sé
si es de noche o de día.
No veo lo que no existe.
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Tantas creencias perdidas,
sentidas u olvidadas.
Era como soñar despierto
sin querer reconocerlo.
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No soy de nadie
ni siquiera mío.
Soy un destino
que no he elegido.
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Despierto, camino.
Paso por las horas
los días y los años.
Sé, que no son míos
pero los vivo.
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Me invitaste a tu compañía
para caminar juntos
pero por diferentes caminos.
El tuyo y el mío.
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Los sentimientos los llevamos
mientras no se nos escapen.
No somos nadie
sólo la muerte nos acompaña.
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Contra ella nadie puede
tampoco la vemos
entonces es verdad
que estamos ciegos.
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Eloy Peña.
Gran poema
ResponderEliminarMi gran amigo Jesús. Gracias por volver o venir.
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De verdad me gusta saber de ti... te sigo aunque no te comente.
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Un abrazo.
Gran reflexión....
ResponderEliminarSaludos
Mi querido Eloy: no somos de nadie..ni siquiera nuestros. Bello poema, que me ha llevado hasta escuchar al increíble Andrea Bocelli y su versión de la Vie en Rose...pero tengo que reconocer que como Édith Piaf nadie lo hace. Un besito
ResponderEliminarAmigo Mark, no todos vemos la vida igual porque no somos iguales.
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Gracias por tu comentario, amigo.
Mi Águeda del alma,
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Tu lindo comentario sólo puede venir de una bella mujer.
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Lo nuestro es imposible... pero en un día de locura podíamos hacer una locura.