miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL PECADO DE LA CARNE...,.

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Al despertar...,
 estaba acompañado.
La chavala está llenita
 al darse la vuelta
al suelo...
 me ha tirado.
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Antes...,
 me la había tirado
pero de otro modo.
Porque en el sexo
soy un maestro...
 más que diplomado.
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Por ello...,
a mis clases vienen.
Se corre la voz
 y se corren ellas.
Muchas no terminan el curso
por si preñadas se quedan.
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 A religiosas y beatas...,
he desvirgado.
Piensan que soy un dios
que las piernas las abre
sin rosarios
 ni penitencias.
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Señor...,
perdónalas.
Son inocentes criaturas.
Que cansadas de orinar
sólo...,
 quieren experimentar.
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Eloy Peña.