Besos de llegadas y despedidas
por penas y por alegrias
de amor o de vicio
de Judas o en el crucifijo.
Bésame cuando quieras besarme
simplemente besando al aire
porque acerca lo lejano
aunque estemos separados.
Entre el beso que no te di
y el que dejaste de darme
sólo hay dos besos
uno tuyo y otro mío.
En el mar y en el cielo
existen besos perdidos
unos porque no quisieron
otros porque nunca pudieron.
Démonos aquí un beso
que vivamos sin sentirlo
será sólo nuestro
como secreto compartido.
Bésame mucho
como si fuera la primera vez
la que aún no ha llegado
a pesar de estarla esperando.
Eloy Peña.
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