Qué le importa a nadie
lo que escriba o deje de escribir.
Lo que haga o deje de hacer
mientras sólo me importe a mí.
Mi vida ni es tuya ni es de nadie
pues va conmigo sólo conmigo.
Aunque a veces la comparta
con el amor la justicia y la libertad.
En el viejo disco duro de mi cerebro
archivo todo lo vivido.
En carpetas de vivencias y de recuerdos
también en la papelera de los olvidos.
Mi ordenador portátil es muy viejo
como mi cuerpo y mis sentimientos.
Por el pasar de los tiempos
los malos los regulares y los buenos.
Tengo guardada la niñez
la juventud y el resto hasta hoy.
Porque son las vidas de mí vida
la que empezó y aún sigue conmigo.
Hasta ese minuto hora o día
donde todo se acaba y termina.
Con un dormir infinito o eterno
plagado de dudas y de misterios.
Eloy Peña,