Poemas escribo
aunque poemas no sean;
éste es el último
quizás no lo crea.
Vivir lo he vivido
en las dos dictaduras;
la militar y en la nueva
la verdad es mi bandera.
Terminada la guerra
dos soluciones había;
una paz ficticia
o una anarquía impuesta.
Se eligió la primera
buena para unos para otros, ¡NO!.
Llena de odios y de envidias
con alegrías o con penas.
Una plaga de malditas langostas
venida en partidos políticos;
para con sus patrañas
hacernos ver una nueva España.
Políticos franquistas
con ocultos oportunistas;
un rey que no lo era
si al Conde de Barcelona no le echa.
Nacionales, rojos y turistas,
con empresarios y sus esclavos;
de votantes o de botados
de ignorantes y de mal nacidos.
Todo en las dos Españas
la de fanáticos y la de marionetas;
con embusteros en las dos aceras
con algunos hijos de puta o de rameras.
De leyes iguales para todos
menos para los que las interpretan;
televisiones para el que las vea
con tertulianos que parecen clonados;
los periodistas son una epidemia
como abogados hasta en los juzgados;
con funcionarios por la pela
aunque su ignorancia les pueda.
Por el amor del diablo
que la Somorra y Gorroma de España
en las fallas mueran.
Que se apaguen el fútbol y los toros
las ferias y sus malas fiestas.
Costumbres para fieras domesticas
con falsos reyes como los magos
más una reina divorciada y plebeya.
Pena penita pena de País
donde el coronavirus gobierna;
con un cambio climático que ya no espera
como las miserias y pobrezas venideras.
La verdad es dura y a veces fea
más fácil la mentira porque enreda;
el pueblo va y se la cree
pues más remedio no le queda.
Eloy Peña