Quisiera decir te quiero
pero la verdad es que no puedo;
el amor ha sido mi martirio
siempre venía y después se iba.
Era como una ilusión dormida
que al despertar ya no sentía;
pensares de dónde estabas
cuando aún no eras mía.
Los celos me perdían
las dudas me ahogaban;
los días se me hacían eternos
las pesadillas eran infiernos.
Es sólo un poema
escrito desde el alma;
a mi nunca me ha ocurrido
pero envidio al que ama.
Quizás algún día de mi vida
me tropiece contigo;
para poder sentir
lo que en este poema digo.
Eloy Peña.