Me gusta pensar mientras duermo
aunque siga despierto;
es como el venir de los sueños
entre dudas y misterios.
Me dejaste pues no me entendías
te cegabas de noche y de día;
solamente te importaba
cuando a tú soledad acudía.
Virgen te conocí
tus hijos me lo decían;
entre Santas Semanas
a las que nunca acudías.
Sin humor vejetas
aunque vida aún tengas;
sólo viven los elegidos
el resto son marionetas.
La vida una broma
así me la tomo;
sin proyectos ni ilusiones
sin nada que mi pensar altere.
He conseguido ser mi dueño
estando sólo en soledad;
con mi cuerpo con mi mente
esperando la verdad, la muerte.
Eloy Peña.