Llevo mi infinito pensar
aunque imaginado sea;
la vida me hizo rara
sólo, por ser humana.
Me gusta soñar contigo
en mis dormidos viajes.
El Cantar de los Cantares
de aquel Sagrado Libro.
Quererte aunque no sepas
para guardar un secreto;
que será sólo mío
por tanto amor sufrido.
Inocente por haberte querido
inocente por no haberme atrevido;
inocente por cobarde
inocente por haber nacido.
Adiós, mi amor imaginado,
aunque no me conozcas;
siempre te escribo lo mismo
para sepas lo que es querido.
Eloy Peña.