El día se marcha
para que la noche venga;
con Luna, estrellas,
y sus alocados embrujos.
Vigo, ciudad de empanada gallega,
por su alcalde, por sus luces;
con luz hasta en los partos
para iluminar a las meigas.
Ni muchas ni pocas
con algunas sobran;
la Navidad es un recuerdo
no una feria de bombillas.
Pena da ver a tanto trastornado
de caprichos hacen sus vicios;
el pueblo no se asombra
pues después van y les votan.
Navidades de pudientes
los pobres que se jodan;
Jesús nació junto a un pesebre
en el que alcaldes comen y beben.
Eloy Peña