Cuando cierro los ojos
la vista se apaga;
para encender las luces
que alumbran el alma.
Imágenes que vienen
para ser recordadas;
otras se marchan
para ser olvidadas.
No son sueños
por estar despierto;
son como pensares
que vienen sin llamarlos.
Como la alegría y la tristeza
la añoranza y la esperanza;
el saber y el ignorar
la cordura y la locura.
Después abro los ojos
todo sigue igual;
un techo, una lampara,
una cama con una mesilla.
Enfrente la televisión
una puerta cerrada;
un perro que ladra
la soledad me acompaña.
Todo en la cama
para viajar en ella;
cuando el sueño venga
hasta que se vaya.
Eloy Peña.