Que no se calle el silencio
con las luces apagadas;
porque el amor si viene
los sentimientos cambian.
Anoche en la cama
sin soñar pensaba;
en los miles de noches
en que tú no estabas.
Que sigan las guerras
con sus armas y sus muertos;
mientras otros viven
como si con ellos no fuera.
Tiempos eternos
sin calma ni pausa;
que a los relojes paran
mientras las horas pasan.
Al cerrar los ojos
aún te veo;
como recuerdo grabado
que en el cerebro llevo.
La locura me alcanza
pues huir no puedo;
ni quiero dejarla
hasta con la Luna apagada.
Qué no se paren los vientos
ni los rayos con sus truenos;
para cuando venga lo que viene
sepamos, que nada es nuestro.
Eloy Peña.