Todos estamos locos
unos más que otros.
Los más locos
siempre fueron genios.
Anoche,
soñé que soñaba
sin saber,
lo que estaba soñado.
Pero si recuerdo
que no recuerdo nada.
Porque para pensar
necesito calma.
Si no me entiendes
te entiendo.
Aunque no entienda
lo que nunca pienso.
No le des más vueltas
aún poema quieto.
Sólo da vueltas
a tú cerebro hueco.
La locura embarga
domina y controla.
Hasta que te cures
de algo incurable.
Eloy Peña.