Procuro olvidarte
escribiendo poemas
pero no lo consigo
por la profunda huella
que en mí alma dejaste.
No fuiste tú ni ellas
tampoco las otras ni aquellas
fue el amor que viene y se marcha
el que ciega y enloquece
porque siempre nos vence.
Quisiera siempre tenerte
sin que conmigo juegues
pues me sigues jugando
cuando vienes al alma enciendes
cuando te marchas la vida apagas.
Eloy Peña.