Sin conocerte, te siento,
aunque no sepas quién soy;
te lo escribo y te lo narro
en este poema que a vos, dedico.
Me gusta escuchar tus silencios
entre tu cama y la mía;
mientras la noche avanza
para que vuelva el día.
También caminar por la orilla
con mis pies descalzos
sin prisas, aunque el agua esté fría;
recordando, cuando sólo fuiste mía.
Me agrada soñar despierto
para sentir que aún te quiero;
porque sin tí, no puedo ni quiero,
conocer amores nuevos.
Me gusta vivir mi vida
nunca la que otros quisieron;
soy así, pues así me hicieron,
la soledad, la rebeldía y la libertad.
En un Universo,
que ni tú ni yo conocemos;
hasta que en la última estrella
nos encontremos.
Ahora, te dejo junto al poema,
por si por un casual lo leyeras;
para sepas que en sus palabras
algo de mí, también te llevas.
Eloy Peña.