Amarga se hace la dulzura vivida
cuando el amor se marcha
sin decirnos nada
como a extraños desconocidos.
Parece verdad la mentira vivida
la pasión y la locura nos cegaban
porque sin tener nada
el amor nunca nos faltaba.
Hasta ese día sin sol ni luna
en que la soledad deslumbra
a las oscuras tristezas
que en el alma ahogan.
Por falta de aire
que al corazón alborota
pues el amor se nos ha ido
como a huérfanos dejarnos.
Esperemos que otro venga
aunque no será el mismo
para hacernos recordar
que el pasado quedo atrás.
Eloy Peña.