Fanatismos hay muchos
sobre todo los mentales;
son como seres irracionales
dominados por su Don Nadie.
En políticas en deportes
en envidias y en religiones;
no hay fanatismos sin odios
ni voces que no les proclamen.
El fanático ni sabe ni perdona
ignorante por desorden de neuronas;
sin pensares que reflexionen
pues les ciegan sus pasiones.
Son muñecos de ventrículos
según les vengan las ondas;
por no saber estar
en ningún lugar sin dar la nota.
Eloy Peña.