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Te quiero como nunca he querido
tú lo sabes, como también tu marido.
El citado es mí hombre aunque viva contigo.
Nos conocimos una fría noche los tres en la cama.
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Él vivía conmigo porque éramos el uno del otro,
como el dinero que es tuyo, pero lo tiene el banco.
Porque el banco no se fía de los ladrones
aunque los tenga dentro, protegiendo lo nuestro.
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Sé que no me entiendes aunque me comprendas
como el que vota a políticos sabiendo que le engañan.
Soy joven para empezar y viejo para vivir
no me dejes vida mía o me añadiré más vida.
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La vida es un juego donde sólo ganan los que no juegan
como el Papa o el Rey desplazados por otro Rey o Papa.
Cuando mires las estrellas es que ya no es de día
cuando veas lo que he escrito es que lo has leído.
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Eloy Peña.