Arriba, luna con estrellas,
abajo, la mar y la arena,
sonidos que de lejos llegan.
Mis pies caminan, pasean,
mientras ella se acerca.
Nos cruzamos hasta juntarnos
las olas llegan y vuelven.
La miro y me mira
con miradas nuevas
como si besar quisieran.
La doy mi mano
la suya espera.
Después se mueve
hasta que se juntan
como si una fuera.
Sin mediar palabra
con miedos y nervios
nos besamos.
Para seguidamente
un abrazo y abrazarnos.
Las piernas nos tiemblan
el respirar se altera
mientras los pies se mojan.
Entre sonidos de olas
también de gaviotas.
Sobre la arena mojada
de rodillas primero
para tumbarnos luego.
El calor provoca
hasta quitarnos la ropa.
Los cuerpos arden
como dos hogueras
que acercadas queman.
No hace nada de aire
ni tampoco la brisa llega.
Yo, encima mirando tierra,
ella, debajo viendo estrellas,
mientras dos observan.
De pie, guardias civiles,
con pistolas y botas negras.
Nos vestimos sin prisas
la autoridad nos multa,
los tres se marchan.
Voy por la orilla despacio
como si un sueño fuera.
Eloy Peña.