A esa mujer
que sin estar retuvo
me ilusionó
sin ser nada suyo.
que sin estar retuvo
me ilusionó
sin ser nada suyo.
La otra noche en la noche
mientras no te besaba
ni abrazaba ni te miraba
te sentía muy cerca de mí.
Noche en plena noche
nublada y sin sol
no soñaba pues dormía
como borracho sin alcohol.
Que hermoso es sentirte
alejada y apartada
acostada con él
haciéndole el amor.
Me recuerda un pasado
vivido y prometido
tiempo de tiempos
de odio y dolor.
Lágrimas de alegría
penas de satisfacción
que me hacen recordar
lo nunca ocurrido.
No me podrás olvidar
te enseñe a querer y a odiar
hoy ya no es ayer
aunque vivir aún puedas.
Las heridas del corazón
siempre dejan huella;
porque su cicatriz
nunca se cierra.
Eloy Peña.