Chaval..., te tuve tan cerca,
que no te ví.
Ahora estás tan lejos,
que te siento aquí...,.
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No son distancias las lejanas,
son distancias las cercanas.
La luz y las neuronas,
viajan a gran velocidad.
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Por mucho que grites y llores,
seguro, que no llegarás.
Un teléfono o un correo,
si te acercarán.
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Ahora estás vivo,
mañana Dios dirá.
Aprovecha tu tiempo,
porque no volverá.
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No pido lo que no puede ser...,
solo quiero saber de usted.
Unas líneas, una voz...,
que seguro llegarán.
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Porque a Dios en un arrebato,
se le puede hasta negar.
Pero la duda no la sabremos,
hasta nuestro final.
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Yo no sé si existe Dios...,
pero como jugador,
juego una parte,
a su favor...,.
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Eloy Peña Rico.