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No me pidas todo...,
porque si te lo doy,
seré hombre muerto.
Solo tengo dos cosas:
"portador de mi vida
propietario de mi muerte".
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No tengo nada más,
el resto...,
es solo escaparate.
El valor...,
es algo que se da
si sabemos valorar.
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Días de felicidad,
tristeza, de recordar,
soñar o de olvidar.
Días que no volverán
y días que vendrán.
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Como las estaciones del año,
las promesas cumplidas
de una mano amiga
o de una mentira creída.
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Qué más dá...,
lo que tiene que pasar,
pasará.
Porque un amanecer,
o un anochecer
siendo iguales...,
no lo son.
Los buenos para tí
puede ser malos para mí...,.
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Al igual que un beso
o una flor...,.
Un libro, un cuadro,
una canción, un vino,
un hola o un adiós.
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Hasta luego,
no es un hasta nunca.
Es hasta pronto,
"si luego vuelvo...".
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Hasta luego,
no es un hasta nunca.
Es hasta pronto,
"si luego vuelvo...".
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Eloy Peña.