Me gusta caminar descalzo
con los pies sucios o mojados
recorrer las calles de la ciudad
mirando los escaparates ya cerrados
sentarme en el suelo para pedir limosna
con el dinero que saque
comprarme preservativos de colores
con sabor a menta y olor a flores.
Ladrar a los perros
correr detrás de los gatos
subirme al autobús o bajarme al metro
gritar a la policía desde la otra acera
piropear a las farolas de bombillas fundidas
ir a la casa de mi novia y cantar en su ventana
llevarle flores que han sido robadas
acostarme con ella y si no está con su hermana.
Marcharme a mi casa en una moto pinchada
respetar los semáforos aunque estén apagados
ducharme al llegar con la ducha cerrada
desayunar café con mantequilla y tostada
despertar al niño y hacerle la cama
llevarle al colegio sobre mi espalda
fumarme unos porros y,
marchar al juzgado, donde soy magistrado.
Eloy Peña.