se apaga el día
la noche llega.
La moza,
en sus manos
las bragas lleva.
La aprietan
la están pequeñas,
las quiere cambiar
cuando abran la tienda;
donde se las llevó,
sin pagar la prenda.
Triste noche la espera
por no poder estrenar
las bragas nuevas,
pues no son para ella.
Cortarse las venas
o tomar pastillas,
son su pesadilla.
Está sola,
con la cama hecha;
no quiere acostarse
sin sus bragas nuevas.
Piensa y sueña
con otras,
bragas puestas.
Eloy Peña.