Te invito a un café
el lugar, qué más dá,
en el cielo o por qué ¡NO!
en el fondo del mar.
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Tú y yo o yo y tú
sólo los dos.
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A pelo sin trampas.
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Cortado, con leche,
caliente, templado o frío
con o sin azúcar.
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Es sólo un café
para tomar contigo
verte frente a mí
oír tu voz en directo
sin cortes que dañan.
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Ver si ríes o lloras
cuando tus ojos
miren los míos.
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Si te gusta
el café muy caliente
mejor es,
dejarlo un poco enfriar.
Que no se quemen los labios
y sea huella difícil de curar.
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Es sólo un café
sin ataduras ni promesas
compromisos, ni ¡NÁ! de ¡NÁ!.
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¡LO JURO!
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Sólo un café
para ser bebido
no te importe
si no puedes pagarlo.
Puedes dejar al debe
"otro debe para que debas más".
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Porque tu vida es una deuda
y quiero saldar mí parte contigo.
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No te hablo de esto
ni de lo otro
te hablo sólo, con la verdad.
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Ni te voy a llevar al río
sabiendo que eres mozuela
porque más que seguro
¡LO VUELVO A JURAR!
no nos volvamos a ver más.
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El café,
estimula la mente adormecida
despeja y da vida.
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Por ello, sólo te digo,
que es mi deseo
tomar un café contigo.
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Te conozco
ya no me engañas
promesas que eran patrañas.
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Después seguirás tu camino
que ya no será el mío.
Te llegaré a olvidar
como se olvida, lo nunca vivido.
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Eloy Peña.