te busco porque sé que estás entre las estrellas;
aún te llevo como pesadilla soñada
que dejó heridas en el alma.
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Todo fue tan corto y tan rápido
que no pasó tiempo alguno;
pues aún creo que sigue pasando
en mis recuerdos de pensares eternos.
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Te escribo esta carta como si poema fuera
por si la lees con alegría o también con pena;
no pudo ser pues jugamos con trampas
por miedos a descubrir nuestras cartas.
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Sigo esperando pues la vida me lleva
a un pasado lejano que aún siento cercano;
tú por tu lado con tus cosas y vivencias
yo con las mías pues la vida no cesa.
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No soy de despedidas, a no ser que eternas sean,
como el buscar lo nunca encontrado;
vivir la verdad de muchas mentiras
las mismas, con las que nos engañamos.
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Sé que vendrás te sigo esperando,
sin prisas, como a estrella apagada;
que por más que la miro,
siempre me mira, pero nunca se acerca.
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Eloy Peña.