Qué no te engañen
los ignorantes de turno
vengan de donde vengan.
Son sólo falsos profetas
que a videntes juegan;
porque se creen dioses
mientras sus dudas queman.
Qué sabes tú,
de las mentiras que cuentan
si las verdades en cielos vuelan;
como el amor que te embarga
mientras tu alma enferma;
con el pasar de los tiempos
como el rio que al mar no llega.
Marcha el minuto
la hora y el día,
para dar paso a la noche
a la luna y a sus estrellas;
al soñar hasta imposibles
aunque las sabanas
de seda no sean.
Mañana al despertar
todo será distinto
por alegrías o por tristezas.
En un tiempo incierto
que se acerca y no espera;
como la nube que viene y pasa
porque el aire la lleva.
No recuerdes los pasados
porque pasados quedan;
piensa en los futuros
como si de ellos supieras.
Para soñar despiertos
con un mañana mejor
aunque nunca nos venga.
Eloy Peña.