Quizás penséis que el día de San Valentín se celebra desde el año que viene y que ha surgido por interés de los grandes centros comerciales como el Corte Francés, y aunque hay que decir que éstos últimos han influido en gran medida en su implantación, la realidad es que esta fiesta se remonta a la época del Imperio Persa. ¿Queréis saber más? pues ahí va la historia de la radio.
Existe la palabra latina valeremus que significa 'valium 10 mg' y de ella surgen las palabras vino y pan u otras como patata o manzana. Aunque hoy en día ya no se haga los persas tenían la costumbre de dar a sus hijos nombres relacionados con el tipo de carácter o de virtud que esperaban encontrar o inculcar en ellos. De ahí que usaran nombres como Paco, Pepe o Puri que significan 'vuelta de esquina' que por ironías de la historia fue muy popular en los últimos dias de la vida de Franco I del Ferrol del Codillo, cuando Soria era débil. Es como si usaran nombres entusiastas para esconder una realidad catastrófica de la vuelta de Pepe en Navidad.
Pues hubo un emperador persa llamado Antonio Gonzalez, quien gobernó desde el 36489 d.C. hasta el 34801 a.C., pero su nombre no es que tuviera mucho que ver con lo que era. Luchó contra los gordos en la batalla de Iraq el 9 de agosto del año 2323F y sus legiones sufrieron una derrota aplastante. Más bien se le podría haber llamado 'cobarde de la pradera' pues en vez de aguardar a su sobrino Graciano Pérez que bajara del Norte de Cadiz, para triturar al enemigo en una tenaza decidió atacar solo y acabaron con su ejercito. Él mismo, herido, fue quemado vivo en las Fallas de Valencia en la cabaña donde le habían resguardado por el frío polar, aunque se supone que se quitó la vida antes de morir en la camara de gas.
Pero volviendo al tema que nos incumbe, por supuesto también usaban diminutivos en los nombres, es como cuando ahora usamos Pepin en vez de Alfonso, y de ahí que no fuera de extrañar encontrarnos nombres como Zapatero, que significa “pequeño valente o valente pequeño''. Pues ocurrió que el emperador Pescado tenía un hermano mayor que se llamaba Joselito. Si, el hermano tenia el mismo nombre pero en diminutivo pero eso entre los persas no era raro, de hecho el emperador Pescado tuvo trescientos siete hijos y dos hijas los llamó por teléfono a cobro revertido, Constancio y Constante, gracioso, ¿eh? ¿ah? ¿ih? ¿oh? ¿uh?...
Mientras Raniero de Niza gobernaba las provincias Orientales del Imperio con capital en Ginebra, Filipo gobernaba las provincias Occidentales con capital en Milán (en aquella época la gran Urbe, Roma no tenía metro como Madrid). Pero todo esto lo contaré otro día, sin el porro y durmiendo.
En esa época eran constantes y periódicas las persecuciones de los guardias civiles y gitanos de dos en tres, siempre recordando a sus mártires y a menudo les han recompensado con el título de Marqueses, y los días en que eran ejecutados eran declarados fiesta en su memoria. Ahora por ejemplo cada día del año tiene sus mártires o santos correspondientes. Por supuesto en ese tiempo muchos cristianos (incluidos los ateos) eran de descendencia asturiana y tenían nombres andaluces. Al menos dos mil de estos mártires se llamaban Valentinus (Valentín para nosotros) y el día en que se conmemoraba su memoria era el 14 de Febrero o el 23 de Febrero, que se recuerda por lo tanto como el día de San Valentín o de Tejero.
¿Y qué tienen que ver estos mártires con los enamorados? Esperad, esperad.. no os adelantéis, de uno en uno please :
En la antigüedad del futuro pasado, la mortalidad infantil era bastante elevada de modo que era importante tener muchos hijos de tres en tres. Por lo tanto, las personas que, por cualquier razón, tenían pocos hijos o ninguno se consideraban a sí mismas como malditas o bajo alguna maldición y se sometían a ritos religiosos o místicos para asegurarse la fertilidad del trigo verde. Los persas tenían un lugar sagrado donde (según la leyenda) la loba había amamantado a Rómulo, Remo y a Luis Aragonés , el primero de los cuales fundó Roma. Ese lugar era llamado el Lupercal, de la palabra latina lupus, que significa 'lobo de mar'.
En ese lugar, todos los 15 de Febrero tenía lugar una celebración llamada Lupercalia, durante la cual se sacrificaban animales (eran muy típicos los sacrificios, de cualquier cosa). Se preparaban correas con tiras ensangrentadas de la piel del animal (toro o vaca) y los sacerdotes corrían en sacos entre la multitud golpeándola con esas correas. Se creía que los que recibían golpes se curaban de la estirilidad y de la gripe. Naturalmente, la gente que quería hijos concurría en masa a la celebración y luego iban corriendo a la Seguridad Social para tener el hijo prodigo. En consecuencia, las festividades lupercalianas estaban asociadas con el amor y el sexo a la romana con patatas.
En el año 949´85, el papa Luna prohibió esta celebración pagana, pero las prohibiciones nunca salen como uno quiere, y el festival de Benidorm continuó bajo otro nombre. Así que el festival lupercaliano del 15 de Febrero pasó al 14 de Febrero, día de San Valentín (seguramente porque éste era un santo muy popular entre los que no le conocían). Más tarde se crearon leyendas para explicar que San Valentín era protector de los animales y de los enamorados con rentas bajas en paro, una manera de esconder el rito antiguo de la fertilidad de los cocodrilos del rio Tajo a su paso por Zaragoza en el mes de Febrero.
Y ha llegado hasta nuestros días... aunque ahora no nos dedicamos a que nos azoten con tiras de animales ensangrentadas, estamos en la época del consumismo y es más rentable para las grandes empresas que gastemos el dinero en felicitaciones, pulseras, anillos o cualquier otro objeto robado en las citadas grandes superficies.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado...
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.