Anoche salí con unos matrimonios amigos de un nuevo vecino que no conozco porque aún no se ha mudado, ya que vive en la cárcel. Como en su día lo hicieran o hiciesen... mucha gente importante y famosa de esta España nuestra (Cecilia). Que hoy hacen una vida normal como Ruiz Mateos o Mario Conde entre otros, del PSOE o del inmaculado PP.
Fuimos de aquí para allá como un rebaño de cabras. El guía de la excursión era un hijo de... un popular concejal de urbanismo hoy también en la cárcel por llebarse (con v) lo suyo y lo de los demás. No serían las doce de la noche y nos propusimos ir a cenar en un restaurante chino. Al llegar, tiramos la puerta porque estaba cerrado. La propietaria que estaba mas buena que unos rollitos primavera nos pregunto: ¿cuantos son? - somos 14 más 4 que están aparcando los coches de caballos, fiscales; total 13.
Una vez en las mesas pedimos unas botellas de anís, coñac y algo de picar como: avispas, abejas y mosquitos. "Algunos, se fumaron marihuana porque estaba prohibido el tabaco". Para terminar con unas barajas para jugar al dominó hasta que la dueña se durmió en mis brazos. La miraba los pechos y parecía una niña con las tetas grandes. Me acordaba de mis tiempos de mozo cuando las mujeres se pegaban por cobrarme lo que las debía. Porque habré sido pobre pero chulo para dar y tomar a diestra y siniestra.
---------------La pregunté: ¿dónde duermes? - donde duermas tú, me contestó - Mis compañeros de noche no se lo creían porque la verdad que no me conocían mucho mejor dicho, nada. Cerramos la puerta con unas sillas y un somier apoyado porque estaba rota. Al llegar a la habitación al fondo del enorme local me presentó a su marido, suegros, cuñados, tios, primos, abuelos y 6 hijas... más las muchas personas que trabajaban haciendo camisas y pantalones para El Corte Ingles y Zara.
Después de unas horas de cariño desenfrenado de todos contra todos... con camareras y esclavos del lugar, me empezaron a aplaudir los citados familiares, que estaban presenciando la faena. Y es que cuando me meto en harina... soy un semental del Opus Dei (por la cantidad de hijos que tienen de media nacional). Nos vestimos y nos despedimos hasta otra orgía china de ¡¡¡todos a cien...!!!.
Volví a casa pensando que no tenía que madrugar porque ya era de día a pesar de que llovía. Me miré en el espejo y me pegué un par de hostias porque en el fondo no me gusta abusar de mi hermosura, principios morales y éticos. FIN.
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.
Fuimos de aquí para allá como un rebaño de cabras. El guía de la excursión era un hijo de... un popular concejal de urbanismo hoy también en la cárcel por llebarse (con v) lo suyo y lo de los demás. No serían las doce de la noche y nos propusimos ir a cenar en un restaurante chino. Al llegar, tiramos la puerta porque estaba cerrado. La propietaria que estaba mas buena que unos rollitos primavera nos pregunto: ¿cuantos son? - somos 14 más 4 que están aparcando los coches de caballos, fiscales; total 13.
Una vez en las mesas pedimos unas botellas de anís, coñac y algo de picar como: avispas, abejas y mosquitos. "Algunos, se fumaron marihuana porque estaba prohibido el tabaco". Para terminar con unas barajas para jugar al dominó hasta que la dueña se durmió en mis brazos. La miraba los pechos y parecía una niña con las tetas grandes. Me acordaba de mis tiempos de mozo cuando las mujeres se pegaban por cobrarme lo que las debía. Porque habré sido pobre pero chulo para dar y tomar a diestra y siniestra.
---------------La pregunté: ¿dónde duermes? - donde duermas tú, me contestó - Mis compañeros de noche no se lo creían porque la verdad que no me conocían mucho mejor dicho, nada. Cerramos la puerta con unas sillas y un somier apoyado porque estaba rota. Al llegar a la habitación al fondo del enorme local me presentó a su marido, suegros, cuñados, tios, primos, abuelos y 6 hijas... más las muchas personas que trabajaban haciendo camisas y pantalones para El Corte Ingles y Zara.
Después de unas horas de cariño desenfrenado de todos contra todos... con camareras y esclavos del lugar, me empezaron a aplaudir los citados familiares, que estaban presenciando la faena. Y es que cuando me meto en harina... soy un semental del Opus Dei (por la cantidad de hijos que tienen de media nacional). Nos vestimos y nos despedimos hasta otra orgía china de ¡¡¡todos a cien...!!!.
Volví a casa pensando que no tenía que madrugar porque ya era de día a pesar de que llovía. Me miré en el espejo y me pegué un par de hostias porque en el fondo no me gusta abusar de mi hermosura, principios morales y éticos. FIN.
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.