A pesar de la crisis, del paro y de la huelga general... el Jefe del Estado se prepara para celebrar la Semana Santa en las Islas Cheche y, así, se lo hace saber al cura de turno. Para que se lo notifique por correo certificado con acuse de recibo a su paisano, tocayo y presidente Rajoy (Marqués de la Reforma Laboral).
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.
Siempre he tenido una terrible duda...
ResponderEliminarDesde niña pensaba si ese trapo bordado bajo el que siempre iba, era en previsión de que cayeran cuatro gotas y echase a perder el peinado enlacado de La Collares, o por si caía un rayo.
Es que con la tremenda altura del 'Comandantín'...
Por cierto, supongo que el posterior 'Generalísimo' -rango inexistente- fue en revancha por lo de 'Comandantín', ¡juas juas!
Eloy, que me has dejado en el limbo donde el atunero del Manzanares, no me has sacado a pasear, ¡buaaaaaaaaaaaah!
Leona, en estos días de meditación me viene a la memoria cuando también fui un niño... De los curas y de las curas en la enfermería... en los diferentes internados que viví y me echaron por mi rebeldía a todo lo establecido (incluidas, Las Escuelas Pías de Sarriá). Donde me daban hostias por la mañana en ayunas... al medio día, tarde y noche.
ResponderEliminarDespués vino la Semana Santa de mi juventud... con cines que no eran cines... sin música para bailar o alegrar el alma... sin seso o sin sexo... con cielos y ciudades a oscuras... o el peaje de La Gula. Los sábados, sabadetes de gloria y las escapadas a Torremolinos o a la Sodoma y Gomorra a la española.
Hoy todo ha cambiado como el salirnos del tiesto... porque nos han dado la mano y nos hemos tomado el brazo.
En fin... te dejo, porque voy a seguir rezando para que no volvamos al pasado con guerra civil, incluida.
Un petó, de Semana Santa...
Que bien abrigado va Franco, ya no fabrican abrigos como esos
ResponderEliminarEran los abrigos de la época... Se les llamaba de "Cachemir" porque costaban unas 900 pesetas.
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